Quiero aportarles a ustedes mi relato de lo más visceral que puedo hacer, como hombre, padre e hijo de este bendito suelo Formoseño.-
Confieso que pensé en cientos de formas, objetos variados de desarrollo.-
Pero creo esta es la mejor manera; la que sale del corazón cuasicolonizado, aun con llagas, humeante pero aun fértil.-
Mi tierra me hace recordar a las hormigas; con una reina y las demás (todas) obreras y algunas de ellas “overas”.-
En esta tierra, la hormiga reina campea por toda la colonia, adoctrinando con el miedo y desesperación de las obreras obsecuentes.- Estas obreras, son las más obedientes y las luchas de succión de las prendas intimas de la reina, convierten a esta actividad en un verdadero deporte.-
Algo muy común en esta colonia, es la utilización que hace la reina de las banderas ideológicas, que día a día colonian los corazones de las overas distraídas que ni cuenta se dan, de que ya están en fila.- Esto de la fila es toda una imagen.- Pasen y vean como una a una, patita tras patita, antenita por antenita, van una detrás de otra, una a una, tic tac tic tac… Relojito animal.-
Desde los arboles, el espectáculo es aun mayor, y se ven desde lejos venir a las hormiguitas; todas parecidas, todas obreras, y el caminito laaaargo.-
La reina, conoce de memoria su palacio, y es habitual ver como entran y salen los asistentes con bandejas de plata talladas a mano y con las más variadas preparaciones de hojitas y ramas.-
A veces, es gracioso ver cuando la reina quiere a un bufón.- Hay que ver a las obreras como se pelean entre ellas.- Y a la reina esto le gusta, más que los chistes que pueda contar el bufón.-
Una cosa que siempre admire de esta líder, es que a pesar de los años, sigue liderando y liderando.-
¿Como hace?
La receta es simple, vieja, efectiva y acida, aunque aceitar la maquinaria toma años, el éxito está asegurado.-
Vamos a ver solo algunas que se conocen, ya que hay otras escondidas en libros sagrados y de acceso muy restringido:
1. Reinaras con el miedo:
El miedo puede entenderse en el más amplio sentido de la palabra; como miedo propiamente dicho, algo presente e inmediato sobre mí o mis seres queridos; o como aquel que no necesariamente provoque daños inmediatos, pero que perjudican un poco a cada uno (después se suman sus alícuotas y el resultado está consagrado).-
Este miedo es siempre subyacente, y flota en el aire como una materia invisible; de manera que nadie lo ve, pero todos lo sienten.-
2. Reinaras con la ideología:
Este método es el más difícil porque es cultural, de manera que para todos los habitantes de la colonia es algo absolutamente natural.-
De manera que entonces, la reina repasa públicamente las banderas de sus antepasados ante una multitud de hormiguitas obreras, que por primera vez dejan sus filas verticales, para alinearse (aunque debo reconocer, también en fila) de manera perpendicular al excelso orador.-
Apreciar las caras y gestos de estas cautivas, es todo un espectáculo. Cruzan sus patitas, se empujan entre ellas para que una sea más evidente que la otra, balancean sus cabecitas de atrás para adelante con soberano equilibrio.-
La reina sabe, que lo que pasa hoy es lo de menos, lo importante es darles el generoso bálsamo que significa su presencia y exponer escuetamente algunos menesteres actuales.-
El momento más increíble se produce cuando repliega la ideología. Es increíble escuchar el estruendoso estallido de aplausos de las hormiguitas cautivas, que inmediatamente en pleno alboroto, buscan encontrarse con los filamentos cutáneos de la líder.-
3. Regala como propio lo que a ti te regalan:
La reina sabe que su colonia no le genera nada de ingresos, tampoco eso le preocupa, y por eso explota a las obreras, que cautivadas aun por su perfil, no se dan cuenta de ello y trabajan y trabajan, una detrás de otra.-
Esta damita tiene un carácter muy especial, y dado que no hace nada para tener su propia producción, vive de las ayudas que le manda la gran reina, que vive en el mismo bosque, pero a cientos de arboles de distancia.-
Sabiendo eso, hace algo muy llamativo pero efectivo, cada vez que había una nueva gran reina, esta pequeña reinita, se sacaba su largo y caro vestido, y se ponía el overol de gran obrera.- Así vestida, visitaba a la gran reina; que asombrada, le regalaba de los más variados insectos, caramelos, galletitas, hojas y ramitas.-
Una vez conseguido el objetivo, la reinita nuevamente se ponía su gran vestido, mientras otra obrera obsecuente, sacaba brillo a su corona, para ponérsela (impoluta) a la gran majestad.-
Convocaba a toda la colonia, que se disponía como mencione antes, y oraba: “eh conseguido los víveres!!”. Y el estallido se expandía automáticamente.-
Cuando llegaban los enseres a su palacio, decía: “uno para el pueblo, dos para mi… dos para el pueblo, tres para mi…”.- La obsecuente sin sonrojarse, contestaba: “sí su majestad…”.-
Ese era el ciclo, mes tras mes, año tras año, décadas tras décadas…
4. Convencer de que hay un solo camino:
Este es un elemento común en todas las colonias, y no tiene otra finalidad que generar unidades autómatas, libres de toda razón.-
Estas unidades solo saben que existen porque la reina los mira, y el camino debe ser inexorablemente uno solo; el que determine la reina.- El libre albedrío, es una mentira que los diccionarios comunistas y reaccionarios, inventan para sabotear la sagrada textura de la piel de la reina.-
5. Llenar el palacio de alcahuetas, pero distinguirlas claramente:
Una buena reina, sabe que para que la colonia marche sin fisuras, debe rodearse de alcahuetas; lo bueno es que, las alcahuetas no saben lo que sabe la reina, y que la reina sabe, lo que saben ellas, que ni cuenta se dan que son alcahuetas, cosa que si lo tiene claro la reina que se rodea de ellas.-
Hacer creer que escucha a las alcahuetas y que sus consejos son tomados por la reina, es un método eficaz para crear militancia extrema.-
6. Enarbolar las banderas planchadas y dejar las arrugadas:
Cuando por alguna circunstancia fortuita, el caminito sufre algún tipo de modificaciones no ordenadas, parar de seco a la multitud a través de las obsecuentes.-
Reordenarlas a través de los canales democráticos vigentes, y persuadirlas de la conveniencia de continuar las huellas de las antecesoras, es una tarea difícil pero necesaria; ¿pero cómo hacerlo? Ahí, el despliegue ideológico debe taladrar las cabezas desviadas, y reordenarlas.- Se levanta la bandera mejor planchada, erigida en un mástil el mismo lugar en donde comenzó el desvío.- Para que recuerden, vio?.-
7. El ultimo principio, el más desconocido:
Este es el más difícil y se trata de las hormigas overas.- Son las que están fuera del sistema.-
Vagabundean por todo el bosque, cargando sus hojitas de aquí para allá.- Son rechazadas en todos lados y en algunos casos, las hormigas más claritas, las tratan de pulgas.-
Esto ofende mucho a las overas, quienes cada día se encuentran mejor lejos del sistema.-
Pero también las hay de las otras, que son las hormiguitas overas nativas.- Estas, pululan en la selva con una dignidad única. Cortan caminos, se acercan, se alejan, lo que Cortázar llamaría “Cronopios”.-
Lo más gracioso es ver cómo se codean las obreras cuando ven a las nativas, y piensan que ellas la pasan mal, porque no tienen un camino definido; pero lo que no saben, es lo bien que sienten estas nativas, porque para ellas TODO EL BOSQUE LES PERTENECE.-
Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia
Dr. Fernando L. Britos Ferreyra
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