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lunes, 31 de enero de 2011

una noche de desvelo

Esas noches peligrosas de desvelo, me hacen hacer cada cosa..., como por ejemplo escribir cuentos: 

La vida dirigente del autodidacta:

La vida dirigente autodidacta, es por demás complicada.-
Un día es un soberbio ultra opositor, y el siguiente, un radical oficialista.-
Campea su locura por avenidas y callejones.- Es siempre ultra (de cualquier bando), y nunca moderado.-
¿Que podemos hacer con ellos?
Echarles sal en el lomo (grito una vieja mientras se tocaba las várices).-

Nando


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Las dudas del autodidacta:

Las ideas se forjan desde los genes; desde la íntima vinculación que tienen las células con el camino.- Y en ese derrotero, los senderos obstinadamente se cruzan.-
El autodidacta entonces duda.-
La comprensión de los caracteres y el natural repliegue; a veces, fluye parsimoniosamente.- Pero hay algo más…
Se sabe que las cartas echadas, también están marcadas.- Y entonces, que carajo, elije las de membrillo.-


Nando


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Los autodidactas son así:

El autodidacta por definición jamás forma fila, y hasta se da el caso de que es la única persona capaz de aliarse con los monstruos que habitan debajo de la cama.-
Son así; casi como una bella escoria, que se contradice como las alas de un abejorro, que por leyes aerodinámicas, no tienen como volar.-
Son así; hasta se plantean casos en que países progresistas les han negado la visa, porque persisten en negarse a declarar sobre su estado civil.-
Son así; y hasta se dice que pululan en las sombras de viejos libros de Alan Pou.-
Son así; y no dejan de verlo al cronopio chiquitito avieso y viejo.-
Son así; hasta levantan su voz en las asambleas, por el solo hecho de dejar callado al gordo de pantalones azules y camisa de mangas sueltas amarillas.-
Son así; son así, y lo digo porque los conozco.- Y usan medias a rayas verdes, si, si.-

Nando








lunes, 10 de enero de 2011

¿PORONGAS?

El cagatintismo amarillento de Fontevecchia transita hoy carriles pretendidamente freudianos y lacanianos y claramente soplaquenianos. No sastisfecho con ensayar un análisis de pizzería acerca del duelo presidencial, se despacha en contratapa con otra majadería cuyo destino no puede ser otro que la envoltura de medio kilo de merluza, con suerte. Sabido es que Fontevecchia es el máximo procesador de pescado podrido a nivel gráfica. Lo ratifica día a día: hoy intenta poner en un mismo plano a Cristina y a Lilita Descarriló.




Esto es comparar un Mercedes Benz con un Ami 8 chocado. PORONGA era Néstor. PORONGA es Moyano. Cristina es OVARIOS y conducción. Carrió es una ALMEJA DESHIDRATADA que conspira lejos, desde la orilla, y además hace rato que se olvidó de qué se trata una PORONGA.

Aprovecha Fontevecchia para tratar también de “porongas” a los esbirros de Clarín, pero ahora percibe que algunos periodistas del máximo partido opositor, como Blanck, Van der Kooy y Bonelli, han recuperado “la cordura” y son “menos concesivos con los políticos de la oposición y más ecuánimes en el tratamiento con los del oficialismo” porque “hoy ser poronga comienza a ser mal visto por la sociedad”. Es muy fuerte.


Para cerrar, este mamarracho incunable:


Ay Jorgito, tanto hablar de PORONGA se te va a convertir en vicio. Probá con HUEVOS, esos que le sobraban a Néstor y estos que le sobran a Cristina.






Correa: “Pedí una pistola para defenderme”

Rafael Vicente Correa Delgado nació en Guayaquil el 6 de abril de 1963. Ganó las elecciones presidenciales de 2006 y obtuvo su posterior revalidación del cargo en las elecciones de 2009. Fue ministro de Economía en el gobierno de Alfredo Palacio en 2005. Luego de romper con él, fundó el movimiento político Alianza País con el que triunfó. El presidente ecuatoriano relata detalles inéditos sobre la tentativa de golpe de Estado que sufrió su país el pasado 30 de septiembre


Durante su reciente estadía en Buenos Aires, el Jefe de Estado andino presentó su libro “Ecuador, de Banana Republik a la No República”. (JUAN ULRICH) || El primer mandatario sufrió en carne propia los gases lacrimógenos disparados durante la asonada policial de fines de septiembre en Quito. (AP)


El 30 de septiembre pasado, el principal regimiento de policía de Quito se sublevó contra el presidente Rafael Correa, que está llevando a cabo audaces reformas progresistas en Ecuador. El intento de golpe de Estado causó ocho muertos y 275 heridos, pero abortó. ¿Qué lecciones políticas ha sacado el Presidente de esa tentativa de derrocamiento? Para hablar de ello, de la Revolución Ciudadana, de la evolución de América latina y de diferentes frentes de política internacional, Rafael Correa nos recibe en el salón protocolar del Palacio Carondelet, en Quito.
–La tentativa de magnicidio del 30 de septiembre, usted la ha calificado de golpe de Estado. Algunas personas dicen que no lo fue. ¿Por qué considera usted que fue un golpe y no un simple motín policiaco?
–Mi querido Ignacio, resulta que no sólo yo, sino lo propios países de Iberoamérica han declarado, en la última cumbre de Mar del Plata, su rechazo al “golpe de Estado del 30 de septiembre en Ecuador” porque de eso no hay ninguna duda. Sólo un ciego podría negarlo.
Los policías fueron claramente utilizados ese día, en base a la desinformación sobre una ley que era beneficiosa para ellos, como ahora lo reconocen ampliamente. En aquel momento, hablábamos con las delegaciones que nos enviaban, y nos decían: “No hemos leído la ley”. Se les explicaba y salían muy contentos.
Pero detrás, había toda una conspiración para desestabilizar al gobierno. De hecho, en el mismo Regimiento [de policía] Quito [que se amotinó], los reclamos no eran por un alza salarial, sino por el rechazo a que estábamos investigando atentados a los derechos humanos, y que estábamos pasando las competencias del transporte a los municipios. “Mueran los comunistas”, “Afuera Cuba y Venezuela”, “Viva Lucio Gutiérrez”, nos gritaron. Había toda una planificación para que se sumaran las Fuerzas Armadas, que finalmente no lo hicieron; para que salieran los ciudadanos a las calles, y no los lograron sacar. Trataron de sacar a los estudiantes a las calles, apenas dos o tres colegios en Guayaquil lo hicieron, nada más.
Y las informaciones de inteligencia posteriores me indican que eso fue planificado con tres semanas de anticipación. Lo que alteró todo el programa fue que me presenté en el Regimiento Quito y fui capturado. Pero la idea era sembrar el caos, durante dos o tres días, hasta que el gobierno cayese. No nos queda la menor duda de que fue un intento de golpe de Estado, de conspiración, de desestabilización.
–¿Piensa usted que fue imprudente yendo allí, al Regimiento? ¿Creyó usted que podía convencerlos únicamente hablando con ellos?
–Por supuesto, nunca nos imaginamos que había ese nivel de beligerancia. Ésa no es la forma de actuar. Yo he ido muchas veces a cuarteles policiales, militares, concentraciones de campesinos, indígenas, donde ha habido lugares de conflicto, transparentemente, en esa democracia directa que nosotros practicamos. Algunos han afirmado que el Presidente, usted lo acaba de decir, fue “imprudente”. ¡Imagínese! El Primer Mandatario, jefe máximo de la Policía, va a un cuartel de la Policía… ¿Es eso ser imprudente? Por favor…
–¿Su vida corrió peligro en ese momento?
–En ese momento tal vez no tanto; después, en el hospital policial, por supuesto. En un momento dado trataron de ingresar al tercer piso. Nos habíamos, si usted quiere, refugiado; no sé la palabra exacta, estábamos allí, en el último reducto que pudimos encontrar, porque cuando a mí me llevan de emergencia [después de haber sido herido] al hospital policial, enseguida cercan el hospital para evitar que salgamos… Entonces [mi escolta] me lleva al tercer piso, que era el lugar más seguro, y se cierra la puerta. Yo tenía todavía una reducida seguridad, cuatro o cinco personas que estaban dispuestas a dar la vida por el Presidente. En un momento determinado, [los golpistas] tratan de ingresar al tercer piso para tumbar la puerta, a tal punto que yo pido una pistola también para defenderme… Aunque yo no sé disparar, pero tampoco iba a permitir que me asesinasen tan fácilmente esos sanguinarios.
Por supuesto que ahí sentimos que estaban en peligro nuestras vidas. Como también cuando trataron de rescatarnos. Se fueron las luces, empezó el tiroteo, y sentíamos las balas encima de nuestras cabezas.
–¿Pensó usted que la “revolución ciudadana” se podía terminar con el magnicidio?
–Yo creo que nadie es indispensable, pero todos somos necesarios. Por supuesto, hubiera sido un golpe muy duro para la Revolución Ciudadana mi desaparición física. Pero esos son los grandes desafíos. Esto no depende de una persona, esto tiene que continuar y yo estaba seguro que si desaparecía físicamente en ese momento iban a salir miles de ciudadanos a tomar la posta, y no se iba a detener la Revolución Ciudadana. Pero obviamente hubiera sido un golpe muy duro para el proceso.
–¿Tiene usted la impresión de que realmente hubo un gran respaldo popular?
–Por supuesto. Eso nos dicen las encuestas. Nosotros llegamos al gobierno, al poder [en enero de 2007], prácticamente por una reacción espontánea de la ciudadanía. A diferencia de Evo Morales [en Bolivia] que viene de una lucha de muchos años de los movimientos sociales y dispone de una estructura de base; y a diferencia de Hugo Chávez [de Venezuela] que tenía el movimiento Quinta República.
Nosotros, en cambio, llegamos al gobierno sin movimiento, y siempre ha sido el desafío de construir esa estructura que, con el gran capital político que tengamos, se transforme en una estructura organizada, movilizada para impedir que grupos minúsculos puedan desestabilizar al gobierno como el 30 de septiembre pasado. En todo caso, sin esa estructura organizada, salieron decenas de miles de personas a las calles exponiendo sus vidas. Porque usted no se imagina, Ignacio, la brutalidad con la que actuaron los golpistas. Pese a eso, los ciudadanos seguían saliendo, y no sólo en Quito, sino en todas partes del país y del exterior, delante de nuestras embajadas. Hubo una reacción multitudinaria, más aún si consideramos que el gobierno todavía no dispone de ese movimiento político bien organizado y con capacidad de movilización.
–Usted ha dicho antes que los insurrectos trataron de tomar contacto con las Fuerzas Armadas. ¿Estaban implicadas las Fuerzas Armadas en el golpe?
–Mire, nosotros hemos recibido una conspiración permanente y esta gente sabe que no nos va a vencer en las urnas, y que parte de nuestro opositores vienen de las Fuerzas Armadas. Lo cual es una vergüenza para esta institución, como es el caso de Lucio Gutiérrez, un militar semiignorante, ambicioso de poder, pero tiene contactos en las FF.AA. Siempre su estrategia ha sido infiltrar la fuerza pública [Policía y Fuerzas Armadas]. Esto es producto de años de infiltración, y tienen infiltraciones en la Policía y en las Fuerzas Armadas. Las Fuerzas Armadas se han presentado más profesionales, con más liderazgo, y –tengo que decirlo con dolor, con respecto a la Policía–, con menos corrupción. Por ejemplo, uno de los detonantes de esta conspiración, que utilizó a la Policía, era que estábamos investigando atentados a los derechos humanos cometidos por la Policía, y que el tránsito iba a pasar a los municipios. El tránsito es una fuente de ingresos, muchas veces deshonesta, para algunos policías corruptos. Eso no existe en las Fuerzas Armadas que viven de su sueldo. Éstas saben que les hemos duplicado el sueldo, a los policías también, pero muchos policías no saben ni cuánto ganan porque sus ingresos vienen de otros lados.
–¿Hay alguna potencia extranjera implicada?
–No tenemos ninguna evidencia. Por el contrario, hubo una gran muestra de solidaridad por parte del Departamento de Estado de los Estado Unidos. Pero cuando llegamos al gobierno, nuestros servicios de inteligencia, unidades enteras de la Policía dependían de la Embajada de los Estados Unidos. Dependían totalmente, los gastos para investigar, pagos, doble sueldos. Excluimos que siguiesen esos contactos, incluso con el desconocimiento del propio gobierno de los Estados Unidos y de la propia Embajada. Usted sabe que la CIA y todas estas agencias actúan con agenda propia, eso no lo podemos excluir. De lo que sí tenemos certeza, es de que hay [en EE.UU.] todos estos grupos de extrema derecha, estas fundaciones que financian a los grupos que conspiran contra nuestro gobierno, les pasan dinero en forma camuflada, capacitaciones, unos nombres rimbombantes que, finalmente, financian a grupos opositores al gobierno y a muchos conspiradores.
–¿Es casualidad que haya habido una sucesión de golpes de Estado en los países de la Alianza Bolivariana de los pueblos de América (Alba)?
–No es casualidad. Claramente son intentos de desestabilización orientados a los gobiernos de verdadero cambio. Para la oligarquía latinoamericana, para los grupos norteamericanos más reaccionarios, para los halcones norteamericanos, la democracia en América latina es buena hasta que ellos digan que hay que cambiarla. La democracia no les interesa en absoluto, lo que les interesa es mantener sus privilegios, mantener sus posiciones de poder. Por eso, permanentemente, los países progresistas de la región, los de verdadero cambio, tenemos que soportar conspiraciones que usted ha señalado: Venezuela en 2002, Bolivia en 2008, Honduras, exitoso, en 2009, fracasado en Ecuador, en 2010. Todos golpes de Estado atípicos. Tal vez el más cercano a los típicos fue el de Honduras. Antes, los golpes de Estado en América latina, usted sabe que se realizaban cuando un general venía con su fuerza, su batallón, su compañía, sacaba al presidente y tomaba el poder. Eso ya es imposible, al menos en Latinoamérica, por eso tienen que camuflarlo en otras formas. De ahí estos golpes de Estado que hemos llamado “no ortodoxos”. Recuerde que, en Venezuela, se dijo que eran “protestas populares” y que el presidente Chávez había renunciado, sacaron imágenes en la televisión indicando que los chavistas habían disparado, cuando les dispararon a los chavistas, y crearon una atmósfera como de confrontación ciudadana. Así camuflan esos golpes.
–¿Qué responsabilidad tuvieron los medios de comunicación privados?
–Enorme, son unos conspiradores permanentes. Son los “perros guardianes” del statu quo. Eso no es nuevo ni en Ecuador, ni en América latina. Eso es lo que permanentemente hemos recibido desde nuestro primer día de gobierno, sobre todo por no someternos pasivamente a la prensa, que se considera un poder omnímodo. Lo era, pero está cambiando esa situación y es lo que más les preocupa. Han tratado de sembrar cizaña y desestabilizar al gobierno desde el primer día. Lo del 30 de septiembre fue fruto de lo que sembraron, porque ellos fueron de los primeros en crear desinformación sobre la ley. Tratando de ponernos a los servidores públicos en contra, porque propusimos pagarles la mitad de su indemnización en bonos, pero lo que no decían es que antes no había indemnización.
Antes, un servidor público que trabajaba 40 años se jubilaba con sus cuatro últimos salarios, si ganaba $500 salía con $ 2000, si ganaba $3000 salía con $12.000. Hoy pueden salir hasta con $36.000, ganen $500 o $3000, es decir: equidad. Porque tenemos a funcionarios de 80 años trabajando; no se retiran, porque antes no había ninguna indemnización, las jubilaciones eran de miseria. Ya no lo son. Obviamente pensamos que, con ese incentivo, se iba a retirar mucha gente, por eso propusimos en la ley que se pueda pagar hasta la mitad de esa indemnización, que no existía antes, con bonos del Estado que es una gran inversión. No se imagina la campaña que hicieron para decir que estábamos “estafando” al sector público. Entonces, aquí recibimos una permanente conspiración de esos medios de comunicación privados que generalmente son tremendamente corruptos y tremendamente mediocres.
–Hay una frase de Trotsky que dice: “La revolución necesita el látigo de la contrarrevolución”. ¿Piensa usted acelerar, radicalizar la Revolución Ciudadana?
–Por supuesto. Primero, estamos de acuerdo: no hay revolución sin contrarrevolución. Esto no se cambia sin tensiones, el proceso de cambio en América latina tiene grandes resistencias, que si no se manifiestan no es que no dejaron de existir, pero están esperando la oportunidad para liquidar esos procesos de cambio por todos los medios, como lo demostraron aquí el 30 de septiembre, agrediendo, disparando, matando, rompiendo la Constitución, tomándose la Asamblea, por todos los medios.
Necesitamos un cambio radical, profundo y rápido de la estructura vigente, pero también para llenar unos vacíos que teníamos. Sí, tenemos que ser autocríticos – por ejemplo, yo vengo de la Academia, estas cuestiones de seguridad e inteligencia no son mi campo– y tal vez por descuidarnos de esto, permitimos que se diera un 30 de septiembre. Tenemos que poner mucho más énfasis, mucho más cuidado en la parte de seguridad y en la parte de reconstruir los mecanismos de inteligencia, que tuvimos que, prácticamente, deshacer y volver a empezar. Porque, le insisto, no le estoy exagerando, Ignacio, aunque lo parezca: cuando llegamos al gobierno, los directores [de los aparatos de seguridad] eran puestos por la embajada de los Estado Unidos, pagados por la Embajada de los Estado Unidos. Aquí no había gastos reservados, no había gastos para inteligencia. Ya hay una nueva Ley de Seguridad que creó esos fondos. Los fondos para inteligencia eran pagados por la Embajada de los Estados Unidos; entonces era inteligencia de los Estados Unidos y no del país.

• “Queremos que los banqueros dejen de controlar los medios”
–Su gobierno está proponiendo una ley sobre la propiedad de los medios de comunicación que aparece como una de las más avanzadas del mundo. ¿Qué resistencias está suscitando la adopción de esa ley?
–Bueno, no sé si usted se refiere a lo que dice la Constitución, que prohibió que grupos financieros posean medios de comunicación y justo el plazo se acababa en el mes de octubre de 2010. Yo, en agosto, anticipé: “¡Estén atentos! Se puede esperar cualquier cosa”. Porque quitarle al sector financiero los medios de comunicación es un cambio real en las relaciones de poder. Antes, en este país, ¿qué podía hacer usted contra la banca? Si la banca, de los siete canales nacionales de televisión, poseía cinco… Y los otros dos, los controlaba mediante la publicidad. O sea que si usted quería legislar sobre tasas de interés, tenía una campaña permanente de “atentado a la propiedad privada”, a “la iniciativa privada”, a “la libre empresa”; y los dos canales que no eran de la banca tenían que quedarse calladitos porque, si no, perdían publicidad. Era un poder enorme. Entonces ésta es una medida que cambia realmente las relaciones de poder en nuestro país. Ya lo anticipé: “¡Estén muy atentos! Porque esta gente va a internar cualquier cosa para evitar llegar a octubre y que tengan que entregar los medios de comunicación”. No me equivoqué. Probablemente [el intento de golpe de] el 30 de septiembre fue una cosa fundamentada en esto, con financiamiento de parte de banqueros corruptos, de representantes del sector financiero que no querían perder sus medios de comunicación.
Pero les falló el golpe, y en octubre tuvieron que entregar los medios de comunicación. Estamos revisando algunas transacciones aparentemente ficticias que se han hecho, cambio de propiedad pero formal, los mismos banqueros quieren seguir manejando esos medios. Entonces es un golpe durísimo a favor del cambio de las relaciones de poder en función de las grandes mayorías. Y, por otra parte, en efecto, se está discutiendo una ley en la Asamblea Nacional, una ley muy avanzada para que la ciudadanía controle los excesos de cierta prensa. Pero no se imagina el ataque que ha recibido esa ley, la campaña tal vez más grande de este país, páginas enteras en los periódicos, todo coordinado, todos los periódicos con páginas enteras diciendo “más respeto”, “nuestra libertad está en juego”.
–¿Cómo explica usted que América latina sea hoy la región del mundo dónde más experiencias progresistas se están llevando a cabo?
–Coincidencias muy felices, ¿no? Y abusos en la falta de límites de la burguesía. Nos explotaron demasiado. O sea con el neoliberalismo, y después con el señor [George W.] Bush. Por ejemplo, los bancos centrales autónomos. ¿Qué eran los bancos centrales autónomos? Independientemente de quién llegase al poder, seguían haciendo la misma política monetaria. Eran autónomos de nuestra democracia, de nuestros pueblos, pero bien dependiente de la burocracia internacional. Entonces [ese sistema] estaba hecho para que nada cambie. Además del fracaso económico, social, democrático de estas décadas de la larga noche neoliberal.
 América latina perdió hasta la dignidad, la autoestima, a nadie le sorprendía que viniese un burócrata del FMI a decirnos qué hacer, a revisarnos las cuentas. Ahora, baja un burócrata del avión y por el mismo avión se va de regreso. Yo nunca olvidaré –y esto me clarificó mucho las cosas, como lo acabo de decir en la Cumbre Iberoamericana–, cuando fui a acompañar a Cristina [Fernández] frente al féretro de Néstor Kirchner, pasaban decenas de miles de argentinos, sobre todo jóvenes, y nadie decía: “Gracias Néstor por haber aumentado las reservas monetarias”, o “Gracias Néstor por haber reducido el riesgo país”, decían: “Gracias Néstor por habernos devuelto la dignidad”. O sea América latina prefiere el riesgo de ser libre a la nefasta solvencia de los serviles.






martes, 4 de enero de 2011

Bloguero arrepentido

¡Estoy arrepentido de ser un bloguero "K"!







Historias de luchas de los pueblos indígenas argentinos


El pueblo kolla de pie

Por Luis María Zapiola
Investigación periodística Eulogio Frites
Fotos: Tte. Bertonasco y Atahualpa Yupanqui

Fuente: http://www.pueblosindigenas.org/malon.htm




En mayo de 1946 se vivían en la Argentina tiempos de cambio y de aspiraciones de justicia social. Los trabajadores argentinos menos de un año antes habían protagonizado la jornada del 17 de octubre.

En Jujuy y Salta, las comunidades del pueblo kolla vieron en esta etapa política la posibilidad de concretar sus demandas de propiedad de los territorios que por legítimo derecho del correspondían.

Casi al terminar su gobierno, Hipólito Yrigoyen buscó, con el paternalismo estatal que caracterizó la época, resolver el problema de los territorios indígenas mediante expropiaciones. Pero la dictadura militar de 1930 sepultó esos proyectos.

El 31 de agosto de 1945 un numeroso grupo de dirigentes indígenas de la Puna, solicitó por nota al entonces Consejo Agrario Nacional que se restituyesen las tierras al dominio de las comunidades aborígenes, conforme la ley 880 de 1930 y la ley 1835: "Nuestros padres, al igual que el resto de los argentinos en la República, han derramado su sangre por la causa de nuestra independencia. Sin embargo, La Constitución Nacional no rige para nosotros los aborígenes. Desde que fuimos despojados de nuestras tierras, hemos perdido la condición de hombres libres. En nombre de Dios rogamos a usted que nos libre de la esclavitud, expropiando la tierra y devolviéndola para el uso y goce de las comunidades indígenas, como lo establece la ley de 1835". El organismo gestionó ante la Secretaría de Trabajo y Previsión apoyo y fondos para realizar los estudios para la expropiación. El 17 de enero el presidente Farrel dictó el Decreto de Expropiación. Pero el engaño estaba en marcha... ese mismo año el Consejo Agrario Nacional pasó a depender del Banco de la Nación, dirigidos por "apellidos" contrarios a la expropiación. Ellos demoraron la concreción de las expropiaciones e incluso la autorización para depositar un cheque que ya estaba firmado.

Un nombre resalta en esta lucha, el del teniente de ingenieros retirado Mario Augusto Bertonasco. Trabajó junto a los mapuches en el wallmapu por sus reclamos territoriales y posteriormente se trasladó a Jujuy y a Orán, en Salta. Al ver la miseria de esos indígenas que el estado considera argentinos que lo son solo a la hora de votar, comenzó a organizar entre los puneños y vallistas, un malón que el denominó "El Malón de la Paz", cuyo objetivo era caminar hasta Buenos Aires para pedir que la justicia social alcance a los pueblos indígenas del norte argentino. Con fe en la Pachamama se dispusieron a marchar al son de la quena y la caja.

El malón tuvo su punto de partida el 15 de mayo de 1946 en Abra Pampa en Jujuy, pasando por Casabindo, Colorados, Tumbaya, Volcán, Yala y Jujuy, donde arribaron el 24 de mayo. Allí se les unió la otra columna de hermanos kollas que venía de Orán (Finca San Andrés) y de Iruya (Finca Santiago). los salteños venían en mulas. Los puneños venían a pie. En total fueron 174 caminantes. El 26 de Mayo, partió el malón rumbo a Salta y luego a Tucumán, donde arribaron el 9 de junio , apoyados solidariamente por los trabajadores. El 22 de junio arribaron a Córdoba y luego a Rosario. Entre ellos caminaba Ascencio Miranda, de 86 años de edad, y Narcizo López, de entonces 7 años.

En Pergamino se creó una Comisión de Vecinos para recibirlos, juntando alimentos y ropa para que el resto del camino a la Capital se realice sin problemas. A Pergamino arribaron el 21 de julio, siendo recibidos por sesenta mil personas, las autoridades municipales y agricultores del lugar.

Se realizó un asado en la Comisión de Fomento del Barrio Centenario organizado por la Sociedad de Agricultores Arrendatarios e Hijos de Pequeños Propietarios pro Reforma Agraria. Estos campesinos de Pergamino, idearon por esto una marcha similar a Buenos Aires destinada a resolver su situación de explotación como arrendatarios. El presidente de la Sociedad de Agricultores Arrendatarios, dirigió un telegrama al Presidente de la República que decía: "Agricultores zona norte de la provincia de Buenos Aires y pueblo de Pergamino, en manifestación pública de sesenta mil personas, confundidos con nuestros hermanos coyas en el día de la fecha pedimos se les entregue sus tierras de la Puna a estos argentinos netos. Y los agricultores se esta zona solicitamos la prórroga de los arrendamientos hasta el año 1950 y que se nos de estabilidad .

El Malón de la Paz en Luján, 30 de julio de 1946.


Llegaron a Luján el 30 de julio de 1946. La recepción que tuvieron fue multitudinaria. Eran abrazados por cientos de brazos de vecinos que los recibieron. "Cuatro siglos habían tardado esos abrazos en llegar hasta ellos"(Diario Ahora). El 1 de agosto pasan por Merlo, recibiéndolos también una multitud.

Antes, el 10 de julio los indígenas Valentín Zárate y José Nievas concurrieron al Congreso de la Nación, adelantándose a la caravana, los recibió el presidente de la Cámara de Diputados Le expresaron que "Aquellas tierras fueron de nuestros bisabuelos. El señor Patrón Costa se apoderó de esta de su propiedad y las incluyó en sus tierras sumándolas a no pocas hectáreas. Tenemos que pagar un peso cincuenta por cabeza de ganado, y otro tanto por cada planta de naranjo que cultivamos. La producción apenas alcanza para nuestras familias, si se muere una vaca o se seca una planta igual nos cobran el "impuesto" durante cinco años".... "Nos pagan un peso cincuenta por cada mil kilos de caña que pelamos y que a veces demandan tres días de labor. Es decir, que ganamos un peso cincuenta por día. No es posible negarse, porque entonces aparece la policía del Ingenio con winchester, pistola, sable y látigo y nos obligan a trabajar. También es obligatorio comprar en la proveeduría del Ingenio. Si compramos particularmente, la misma policía se encarga de quitarnos la provisiones y como castigo nos hacen trabajar gratis una semana. A veces nos llevan presos y nos dejan en los calabozos seis días sin comer. El kilogramo de azúcar -agregan- cuesta a los coyas sesenta ccenntavos en el mismo foco de producción, o sea a trece centavos mas que en cualquier otro punto del país, según los precios máximos. La yerba envasada cuesta dos pesos, el arroz un peso y un par de alpargatas dos pesos". En ese momento, el Malón de la Paz se hallaba en Rosario. (La Razón - 11/07/1946).

El diario "Democracia" decía en su edición del 16 de julio que "cuando se haga el inventario de los héroes de la revolución habrá que nombrar a estos ciento setenta y cuatro aborígenes muy cerca de los obreros, de las mujeres y de los niños sacrificados por las oligarquías durante la campaña electoral. Caminar dos meses.... importa un sacrificio que no se puede comprender muy bien desde el confort de nuestra ciudad". El 18 de julio arribaron a San Nicolás, trayendo desde Salta y Jujuy la protesta de la esclavitud. Allí recibieron impactantes muestras de adhesión de la población, que espontáneamente se acercó a los Galpones de la Aduana, donde los kollas se alojaron.

En su edición del 22 de julio de 1946, el diario "El Laborista" decía: "Estos indios trabajadores, mansos y sufridos, vienen a protestar contra su patrón, contra el señor feudal dueño de vidas y haciendas de su provincia. Este señor feudal se llama Robustiano Patrón Costas y estuvo a punto de ser presidente de la República.... ocupa la tierra de los coyas y desaloja a los pobres indios de donde han vivido desde siglos, y nadie le puede decir nada. Los toma a trabajar en su ingenio y les paga lo que quiere. Si encuentran que las condiciones del ingenio son demasiado duras se escapan antes de cumplir con su contrato, la policía particular de Patrón Costa los persigue como si fuera caza mayor y los balea y mata si es necesario".



 Entraron a la Capital Federal por Liniers el 3 de agosto de 1946, con rumbo a la Plaza de Mayo. Fueron recibidos por el Director de "Protección al Aborigen" y alojados en el "Hotel de Inmigrantes", todo un símbolo de lo que el Estado Argentino entendía eran estos indígenas.

Algunos de ellos montados en burro, a caballo y la mayoría a pié llegó hasta el Congreso, rodeados por hombres mujeres y niños de la europea Buenos Aires. Allí fueron homenajeados por el Congreso de la Nación. Poco después reanudaron la marcha rumbo a la Plaza de Mayo. Desde los balcones de la Casa de Gobierno los recibieron Farrel, Perón y otros funcionarios. Frente a ese balcón desfiló el Malón de la Paz ejecutando música andina. Después de ese acto, fueron alojados en el Hotel de Inmigrantes donde fueron visitados por el propio Perón. Recibieron adhesiones de la Federación de Obreros y Empleados telefónicos. Ese día, elementos "nacionalistas" pretendieron provocar incidentes, siendo repudiados por el público que concurrió a recibir al Malón de la Paz.

El 15 de agosto, la revista "Aquí Está" reportea a los hermano kollas "Uno no puede pelear sin llevar todo lo suyo atado... perdone señora.... es la miseria que grita!".

EL VERDADERO ROSTRO DE UN ESTADO

Cuando se fueron los fotógrafos y las fiestas de recepción se apagaron, el Estado Argentino mostró su verdadero rostro. El 27 de agosto este decidió el regreso de los kollas. Fuerzas de la Prefectura, obligaron a los indígenas a embarcarse en un tren por orden del gobierno. Dionisio Viviano, diputado kolla por Jujuy interpone un recurso de hábeas corpus. Los kollas resisten. A medianoche llega al Hotel de Inmigrantes la Policía Federal, arrojando gases lacrimógenos, mientras los indígenas resisten al grito de "Perón, Perón!". Al ser subidos al tren rompen las ventanillas, pidiendo que venga el teniente Bertonasco. Teobaldo Flores y Exaltación Flores , lideres de los kollas de Oran se arrojan del tren. Querían ver a Bertonasco, quien se fue del Hotel de Inmigrantes negándose a dar la orden de partida. También se arrojaron del tren Ciriaco Condorí y otros, quienes se reunieron con Bertonasco y el diputado Dionisio para iniciar una serie de gestiones, abrazándose en llanto.

Al llegar el tren a la ciudades de Rosario y Córdoba, fue rodeado por la policía para impedir que los kollas bajen del ferrocarril. El 30 de agosto, Bertonasco envía un telegrama a Perón, negando que el buscara cargo político alguno, y reafirmando su lucha en favor de los indígenas para terminar con su explotación milenaria. La prensa porteña lo acusó de ambiciones políticas, en virtud de un sobre lacrado entregado por los kollas a Perón en el que se pedía la intervención de la Dirección de Protección al Aborigen.

El 30 de agosto, la Corte Suprema de la Nación rechaza el recurso de habeas corpus presentado por Dionisio Viviano, por "no corresponder originariamente al la Corte intervenir en el mismo".

El Sindicato de Obreros Marroquineros repudia los hechos mediante un comunicado donde expresa que "Nosotros los marroquineros, como todos los obreros y el pueblo, estábamos seguros de que había llegado el fin del despotismo de los negreros del norte. Alentamos a estos parias desamparados, los recibimos con abrazos y alimentos para que lleguen a la meta. Llegaron y, que pasó? No lo podemos concebir: cien policías a la una y treinta de la madrugada a empellones los fletaron. Los obreros queremos saber inmediatamente quien tiene la culpa, quienes fueron los traidores a nuestros campesinos".

El 3 de septiembre el tren pasa por Jujuy sin detenerse. Los kollas son "custodiados" por 25 agentes de la Policía Federal.

El 2 de octubre el hermano kolla Teófilo Gonza declara al diario Critica: "Nosotros estábamos muy creídos que con este gobierno todo acabaría. Nos decían que nos van a entregar las tierras de nuestro pasado. El señor Tanco vino a las fincas el 8 de febrero, pocos días antes de la elección, con el señor Iturbe. Ahora uno es senador y el otro gobernador. Nosotros pusimos los votos. Pero ya no nos atiende".

El 30 de noviembre, Perón declara que los integrantes del Malón de la Paz "no representaban las inquietudes ni las aspiraciones de los auténticos habitantes indígenas de nuestro norte". Dijo que el Congreso sancionaría una ley que contemple las necesidades de los indígenas. Negó inclusive que hayan venido caminando, sino que vinieron, según el, en trenes y algunos vehículos a motor. Algunos de esos kollas, en su particular versión de los hechos, habían nacido en el norte de la provincia de Buenos Aires, y en general, no querían regresar a su tierra, "explotando los perfiles pintorescos de su viaje y de su vestimenta". (Diario Democracia).

LAS CONSECUENCIAS DEL MALON DE LA PAZ AL FIN DEL MILENIO
En los 54 años que pasaron desde el Malón de la Paz, muchas cosas ocurrieron y, salvo en un caso, el de Finca Santiago en Salta, la lucha continúa.


En 1994, el Congreso Nacional sancionó la ley 24.242 de expropiación de Finca Santiago, llamada también Negra Muerta, con una extensión de 125.000 hectáreas, habitada hermanos kollas en sus ayllús de Colanzuli, Volcán Higueras, Isla de de Cañas y Río Cortaderas, con una población de aproximadamente 4.000 indígenas. En 1996, los "propietarios" de la finca, ante la inminencia del inicio del Juicio expropiatorio, procedieron a deforestar salvajemente la selva de yungas del lugar mediante un contrato con una firma maderera de Oran que depredó un bosque de cedros de 300 años. La comunidad impidió la salida de la madera de la finca, sentándose frente a los camiones las mujeres con sus guaguas en la espalda.

En octubre de ese año, se produjo la expropiación, recibiendo la Comunidad Indígena del Pueblo Kolla de Finca Santiago la restitución de su territorio el 19 de marzo de 1997 en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno en Buenos Aires, con la presencia de numerosos dirigentes indígenas de todo el país. A ese acto concurrió Buenaventura Yurquina, sobreviviente del Malón de la Paz, quien en la ocasión expresó: "Del año 1946 regreso un Malón de la Paz con direcciones de Humahuaca con el teniente retirado Bertonasco pensando en llegar hasta la Capital Federal de Buenos Aires a reclamar nuestras tierras, porque esas tierras eran de los kollas indígenas, eso es lo que opinamos nosotros. Y luego los kollas de Finca Santiago y el teniente Bertonasco se hemos juntado en Humahuaca y todos juntos caminados por la ruta a pie, un mes hasta llegar a la Capital y luego el teniente Bertonasco nos presentó al Gobernador y el nos redacto que no hay expropiaciones de tierra y volvimos con la nada a la misma. Porque en la Finca Santiago los cobradores de arriendo para pagar los impuestos de los arriendos nos llevaban incomunicados sin poder hacer nada ni decir nada con el poncho al hombro y la camisa, directo al Ingenio San Martín sin poder llevar nada, entonces nosotros opinábamos volver a casa, algo en que dormir y que comer y llegando ahí, volvíamos algunos y ellos en el camino ponían pesquisas para que no podamos escapar y nos volvían a planquiar postes sin ganar un centavo. En 1997 llegamos a la Capital a instalar una historia histórica, daremos por terminado".

El título de propiedad comunitaria de Finca Santiago fue finalmente entregado en el mes de diciembre de 1999.

También de Salta, la Finca San Andrés, de "propiedad " del Ingenio y Refinería San Martín del Tabacal, sabe de luchas. De un total de 129.000 hectáreas que constituye su territorio tradicional, por la ley nacional se expropiaron 19.000 hectáreas, cuyo juicio se encuentra en trámite en el Juzgado Federal Nº 2 de Salta. En 1986 los Patrón Costa donaron a la provincia de Salta 80.000 hectáreas de Puna. La donación no fue un acto altruista: se pretendía desalojar a las comunidades del sector de selva de yungas, arrojándolos a la zona alta de la finca. Ello hubiera provocado su desaparición como comunidad. Hoy la Ingenio se encuentra en juicio de revocación de esa donación realizada en su momento para ser destinada a las comunidades kollas del lugar, agrupadas en la Comunidad Kolla Tinkunaku. Además se encuentran en discusión aproximadamente 30.000 hectáreas de selva de yungas. En 1997 un gasoducto (Nor Andino) atravesó el territorio comunitario destruyendo casas y sembradíos comunitarios, y produciendo el deslave de los cerros.

En Jujuy... estamos casi al principio del camino. Por ley nacional se expropiaron 24.000 hectáreas de la Finca Tumbaya, restituyéndoselas a la Comunidad Aborigen Kolla de Finca Tumbaya, cuyos juicios expropiatorios se encuentran en trámite en el Juzgado Federal Nº 2 de San Salvador de Jujuy. Pero el resto de 1.500.000 hectáreas de tierras indígenas de la Quebrada y Puna continúan con tironeo producto de la falta de compromiso de la clase política por hacer justicia a las comunidades indígenas y al Malón de la Paz. En 1996 se suscribió un convenio entre la Provincia de Jujuy y la ex Secretaría de Desarrollo Social de la Nación destinado a regularización de títulos en la provincia. La legislatura jujeña aprobó ese acuerdo mediante la ley 5030, pero incluyó el artículo 3º que impuso a aquellas comunidades que reclamen un título comunitario , el obtener en cada caso, una ley especial de la legislatura aprobando tal título. Esto hubiera llevado a las comunidades a un peregrinaje ante los diputados provinciales para mendigar una ley que reconozca lo que por derecho les corresponde.


La esperanza para los indígenas jujeños parece renacer con la firma de un protocolo adicional al PROGRAMA DE REGULARIZACION DE TIERRAS DE LA QUEBRADA, PUNA Y RAMAL, en diciembre de 2000 que creó un CONSEJO DE PARTICIPACION INDIGENA con facultades de auditoria y control de la actividad estatal en la ejecución del programa de tierras. Además incluyo a los hermanos del pueblo Ava Guaraní del Ramal jujeño, aunque tibiamente. Estos hermanos casi en ningún caso poseen tierras y se encuentran hacinados en la periferia de las ciudades jujeñas.

La lucha y la esperanza de los caminantes de aquel MALON DE LA PAZ sigue en marcha, porque los pueblos siempre están, los pueblos siempre vuelven.

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Jauretche cuenta el nacimiento de F.O.R.J.A.


En 1935, nosotros vimos lo que iba a ocurrir y nos propusimos crear un cauce, un substitutivo; mejor todavía, la continuidad histórica de radicalismo, y para eso creamos F.O.R.J.A.
Sabíamos que íbamos a ser combatidos y difamados y hemos sido acusados alternativamente, de comunistas o nazis, según los intereses de las finanzas y sus incondicionales aliados, esos tipos de revolucionarios sociales que pelean en todas las batallas de las antípodas, pero jamás con el vigilante de la esquina. Como somos radicales de verdad y además, de buena memoria, que es cosa que suele andar mal en el radicalismo, no nos hemos olvidado de que a Yrigoyen lo llamaron fascista o algo por el estilo -ya que el fascismo no existía-, cuando la semana de enero, anarquista por las huelgas ferroviarias y germanófilo por la neutralidad. A los radicales que gritaban viva el Dr. Ortiz y que defienden tanto esa normalidad institucional, hay que recordarles que el 11 de noviembre de 1918 hubo que meterles balas en la Avenida de Mayo a los que pretendían celebrar el triunfo aliado colgándolo a Yrigoyen y que el Comité de Ruptura de entonces era la Acción Argentina de ahora.
El buen argentino no tiene que hacer caso de estas imputaciones y debe seguir adelante sirviendo a su país, pues la propaganda trata de crear complejos de inferioridad para que el hombre no exprese lo que siente. Por ejemplo, ¿puede Ud. admitir, Dr. Abalos, que yo, que lo he acompañando a Ud. con las armas en la mano para defender las libertades públicas sea menos demócrata que Pastor, Culaciati o el general Justo?. La cosa es sencilla: nos quiere hacer pasar por democracia el mantenimiento del parlamento, la justicia, las instituciones, en una palabra, es decir, lo formal que el Régimen maneja. Para nosotros, la democracia es el gobierno del pueblo con o sin parlamento, con o sin jueces, y si el pueblo no gobierna, las instituciones no son más que las alcahuetas de la entrega.
Bueno, Dr. Abalos. Quiero llegar a ésto: hay dos Argentinas, una conservadora, que no quiere que ocurra nada, y en la cual está incluido el actual radicalismo. Esa Argentina tiene una apariencia poderosa porque maneja las estructuras oficiales de los partidos, el periodismo, la radiotelefonía, los gobiernos, pero esa Argentina no tiene vitalidad ninguna, es un edificio caduco, subsiste por inercia porque en ella ya no creen ni los que la forman. Y hay una Argentina subterránea, joven, vigorosa, caótica aún, pero que pronto se va a orientar, que se está orientando a pesar del desorden que introducen banderías extrañas en su seno, como el comunismo y el fascismo; la mayoría de los jóvenes que se creen comunistas o fascistas no son tal cosa; son radicales que no han encontrado al radicalismo y con ellos trabaja F.O.R.J.A., orientándolos poco a poco.
Una organización sistemática de silencio y la falta de recursos económicos ha retardado nuestro avance que tampoco hemos querido precipitar, porque se debe operar sobre la madurez de la conciencia. El año que viene esa Argentina joven y vigorosa va a ponerse en marcha, si la bandera que nosotros hemos levantado cuenta con el apoyo de unos pocos brazos de prestigio ya consolidado. El Régimen le va a ofrecer al país alternativas repugnantes y el Comité Nacional no cuenta ya para el pleito presidencial, como no se resigne a ser furgón de cola.
El ejército no va a apoyar ninguna de esa soluciones, porque el Régimen ya ha prescindido del ejército desde que el país se pacificó. El ejército lógicamente no hará nada, pero no será sostén del Régimen si la bandera existe y reúne las dos condiciones que reúne la bandera de F.O.R.J.A.: nacionalista por la reivindicación de lo nacional y de conciliación con el pueblo por la reivindicación de lo popular. Los fascistas pretenden ofrecerle la primera parte, pero les cierran el camino a la segunda que es una obsesión de la milicia; el radicalismo a secas podría ofrecerle lo segundo, pero no le ofrece lo primero, porque se Ha olvidado de su postura inicial. Son tan torpes los dirigentes que asustados por J.B. Molina y algunos fantasmones que el mismo Régimen levanta para impedir una formación nacionalista auténtica que, acaso de Fresco también, se ponen en antimilitaristas y gritan: el ejercito a los cuarteles, que es lo que precisamente les conviene a los gobiernos.
Recuerdo que Yrigoyen, a la vuelta de Martín García, me dijo una vez que para el 4 de febrero el radicalismo era más fuerte en número de hombres en las filas del ejército que en las del pueblo, agregando que en este sentido se contó casi exclusivamente con mozos estancieros del Sud de Buenos Aires.
Me parece que el caso F.O.R.J.A. es el mismo, porque nosotros nos hemos ocupado de radicalizar a los no radicales mientras el Comité Nacional se dedicaba a desradicalizar a los que ya lo eran, tolerando la infiltración de ideologías, slogans, etc., extraños al sentido nacionalista del radicalismo. Es muy fácil a través del nacionalismo hacer comprender a Yrigoyen y comprendido Yrigoyen, todo nacionalismo deviene radical. Por el proceso inverso, a un hombre lleno de inquietud social, es fácil ver que el problema previo a la distribución justa de los bienes es que seamos dueños de ellos, de manera que la primera pelea no tiene que ser entre nosotros sino con quien los llevará, así toda demanda de justicia social se identifica con el nacionalismo y no hay posible concepción nacionalista en un país colonial que no lleve implícita la demanda de justicia social.
¡Parece mentira, Dr. Abalos!. Esto que decimos en F.O.R.J.A. en 1942 era lo que se decía en todas las tribunas radicales en 1926 y 1927. Recuerde Ud. y verá como es grave la crisis del Partido. Y no puedo acusar a los hombres del antipersonalismo que al fin y al cabo han sido leales a su pensamiento de fondo. Mosca en 1942 piensa como Mosca en 1927. Son los yrigoyenistas lo que se han vuelto atrás para poder hablar el mismo lenguaje que Mosca y los suyos.
Ahora hay radicales que no se atreven a decir que la U.C.R. no es un partido político sino la unión civil de los argentinos para realizar la Nación por encima de las facciones del Régimen que son los partidos. Encuentran eso totalitario olvidando que en todo caso serán los fascistas los que se han copiado de Yrigoyen. La definición era perfecta y no encuentro que haya habido nunca una fuerza revolucionaria que no fuese totalitaria, es decir que negase totalmente a cualquier facción al constituirse ella en la Nación misma porque, así es totalitaria la Revolución de Mayo, la Francesa y la Rusa tanto como la Alemana o la Italiana.
Lo que distingue no es el método revolucionario sino el fin y el del radicalismo y el de F.O.R.J.A. es inverso al totalitarismo europeo; mientras aquéllos se proponen hacer del hombre un instrumento del Estado, como en Italia, o de la raza como en Alemania o de una categoría histórica como en Rusia, nosotros nos proponemos hacer un Estado defensor de la libertad del hombre para que éste se realice en plenitud, es decir, lo que dije al principio: dar vuelta al vigilante para que en lugar de cuidar que la libertad del hombre no lesione a los dueños de lo económico, cuide de que los dueños de la economía no lesionen la libertad del hombre.
Tanto esperamos en Ud. que ni en esa provincia ni en Córdoba hemos querido actuar porque allí hay reservas que pueden moverse espontáneamente. Pero Santa Fe está en situación distinta a Córdoba. Córdoba vuelve a tener la preminencia respecto del interior, que tuvo cien años atrás y puede ser el eje de un movimiento paralelo que empalme en la hora histórica con el movimiento del litoral. En el interior, que Córdoba preside, los movimientos políticos son más lentos y las bruscas conmociones más difíciles, por lo que Córdoba debe ser esencialmente fuerza de equilibrio aprovechando que puede conservar la permanencia de lo radical.
En el Litoral, en cambio, y particularmente en su ciudad, como en la nuestra, los cambios populares se harán bruscamente y el control de la juventud que el radicalismo ha perdido puede ser tomado por fuerzas ocasionales ajenas por completo a nuestro destino. Eso nos hace pensar en la urgencia de una movilización en ésa. Sin pedirle un compromiso político yo le sugeriría una experiencia para demostrale que en su ciudad existe ya el nuevo país de que he hablado. Denos Ud. la oportunidad de una movilización con gente forjista de aquí en ésa, de sólo quince días, y verá Ud. el viejo fervor de las multitudes argentinas que cree apagado.
Pidiéndole perdón por la extensión de estas líneas cuya única disculpa es mi preocupación por supuesto en la gran empresa de la Patria, salúdalo con la cordialidad de siempre:
Su affmo.
Arturo M. Jauretche.













Algunas preguntas sobre El cruce de los Andes


1) ¿Por qué San Martín decidió el cruce de los Andes?

San Martín entendió que habían fracasado todos los intentos de derrotar a los realistas por el camino del Alto Perú y, tomando muy en cuenta un plan elaborado en 1801 por el militar inglés John Maitland, decidió que la estrategia más efectiva consistía en cruzar la cordillera, con la ayuda de los patriotas chilenos liberar Chile y de allí marchar por mar hacia Lima y, en combinación con Simón Bolívar, terminar con la base del poder español en América

2) ¿Qué era la guerra de zapa?

Así se llama en términos militares a las tácticas para desorientar al enemigo con informaciones falsas y estrategias de espionaje. San Martín utilizó métodos de espionaje y engaño del enemigo -llamados "guerra de zapa"- durante sus campañas. El cruce de la cordillera se iba a hacer por los pasos de Los Patos y Uspallata pero para ello se necesitaban los planos. Se decidió enviar a Chile al mayor José Antonio Alvarez Condarco -que dibujaba muy bien y tenía una memoria notable- por el Paso de los Patos, que se suponía, era el más largo, con una copia de la declaración de Independencia de las Provincias Unidas para el gobernador español de Santiago, Marcó del Pont. El jefe realista, furioso, hizo quemar el acta y mandó a Condarco por el camino más corto posible, que resultó ser el Paso de Uspallata. El espía de San Martín regresó sano y salvo y pudo diseñar los mapas para el ejército libertador.

3) ¿Cuáles fueron las cifras del cruce de los Andes?

A fines de 1816, el jefe militar estaba "listo para la de vámonos", como él mismo lo dijo. Según Busaniche, el Ejército de los Andes tenía 5200 hombres, 10.000 mulas de silla y carga, 1600 caballos de pelea para maniobrar en el llano, 600 reses en pie para ser faenadas en el camino, 900 tiros de fusil y carabina, 2000 de cañón a bala, 2000 de metralla y 600 granadas. Además, contaba con todos los aprovisionamientos más necesarios para la campaña.

4) ¿Cómo era la relación de San Martín don el director Supremo Pueyrredón?

San Martín necesitaba de todo para su campaña de los Andes y una de las "víctimas" de sus pedidos era el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón que así le contestaba a uno de sus pedidos en noviembre de 1816: "Van los 200 sables de repuesto que me pidió. Van las 200 tiendas de campaña, y no hay más. Va el mundo, va el demonio, va la carne. Y yo no sé cómo me irá con las trampas en que quedo para pagarlo todo, a bien que, en quebranto me voy yo también para que usted me dé algo del charqui que le mando, y ¡carajo! No me vuelva usted a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la Fortaleza."

5) ¿Quién fue el médico del ejército de los Andes?

James Paroissien era un médico inglés radicado en Buenos Aires en 1803. De ideas liberales, en cuanto estalló la revolución ofreció sus servicios al nuevo gobierno y fue designado cirujano en el Ejército Auxiliar del Alto Perú. En 1812 se hizo ciudadano de las Provincias Unidas y el Triunvirato le encargó la jefatura de la fábrica de pólvora de Córdoba. Allí San Martín lo invitó a sumarse a sus planes y Paroissien fue el Cirujano Mayor del Ejército de los Andes. En varias ocasiones tuvo que atender al libertador afectado por alguna de sus diversas enfermedades.

6) ¿Cómo era la salud de San Martín?

La salud de San Martín era bastante precaria. Padecía de problemas pulmonares -producto de una herida producida en una batalla en España en 1801-, reuma y úlcera estomacal. A pesar de sus "achaques" siempre estaba dispuesto para la lucha y así se lo hace saber a sus compañeros: " Estoy bien convencido del honor y patriotismo que adorna a todo oficial del ejército de los Andes; y como compañero me tomo la libertad de recordarles que de la íntima unión de nuestros sentimientos pende la libertad de la América del Sur. A todos es conocido el estado deplorable de mi salud, pero siempre estaré dispuesto a ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquier situación en que me halle, a mi patria y a mis compañeros."

7) ¿Cómo se organizó militarmente el cruce?

Dos divisiones, una al mando del general Miguel Estanislao Soler y otra al mando del general chileno Bernardo de O´Higgins cruzarían por el Paso de los Patos. Otra, al mando de Las Heras, debía marchar por el camino de Uspallata con la artillería. Otra división ligera, que cruzaría desde San Juan por el Portezuelo de la Ramada con el objetivo de apoderarse de la ciudad chilena de Coquimbo, iba al mando de Juan Manuel Cabot. Otro destacamento ligero debía cruzar desde La Rioja y ocupar Copaipó cruzando la cordillera por el paso de Vinchina. Por el sur, el capitán Freyre penetraría por el Planchón para apoyar a las guerrillas chilenas lideradas por Manuel Rodríguez.

8) ¿Qué comían los soldados del ejército de los Andes?

La comida era un problema y San Martín encontró la solución en una comida popular típica de Cuyo el "charquicán", un alimento basado en carne secada al sol, tostada y molida, condimentada con grasa y ají picante. Prensado era fácil de transportar y se preparaba agregándole agua caliente y harina de maíz.

9) ¿Cómo transportaban el agua?

No había dinero para comprar cantimploras y se resolvió usar cuernos de vaca para fabricar recipientes individuales para cada soldado. Se dice que alguno que otro llevaba más de un cuerno, uno con agua y otro con agua... ardiente o vino para combatir el frío.

10) ¿Cómo era la relación de los indios con San Martín?

San Martín pensaba que los auténticos dueños del país eran los habitantes originarios de América y se refería a ellos como "nuestros paisanos los indios. Esto se expresaba, por ejemplo, en el nombre dado a su organización política: La Logia Lautaro, que tomaba su nombre de un guerrero araucano que encabezó la rebelión contra los españoles. Antes de cruzar los Andes se reunió con caciques pehuenches al pie de la cordillera y les solicitó permiso porque "ustedes son los verdaderos dueños de este país".

11) ¿Cuál fue la primera victoria de San martín tras cruzar la cordillera?

Del otro lado de los Andes las tropas patriotas logran su primera victoria el 12 de febrero de 1817 en la cuesta de Chacabuco. La victoria de Chacabuco permitió la ocupación de la capital chilena. El 18 de febrero de 1818 se convocó en Santiago de Chile a un Cabildo Abierto que designó a San Martín Director Supremo. Don José rechaza el ofrecimiento y propone al patriota chileno Bernardo de O'Higgins para el cargo.

12) ¿Cuál fue la única derrota del Ejército de los Andes?

El 19 de marzo de 1818 las fuerzas patriotas sufrieron su primera y única derrota, la de Cancha Rayada. El saldo fue muy negativo: 150 muertos, centenares de heridos y la pérdida de gran parte de la artillería. Pero el General Las Heras logró salvar parte de la tropa y las armas y pudo así reorganizarse un ejército de 5.000 hombres.

13) ¿Cuál fue la batalla de que decidió la independencia de Chile?

San Martín logró derrotar definitivamente a los realistas en Maipú el 5 de abril de 1818. Este triunfo consolidó definitivamente la independencia de Chile. Varios días después, cuando llegó la noticia del triunfo, en Buenos Aires se organizaron bailes y festejos y l agente iba de casa en casa felicitándose y abrazándose.

14) ¿Cuáles eran los pasatiempos preferidos de San Martín?

Le gustaba mucho jugar al ajedrez y era muy difícil ganarle. Había practicado desde chico en sus diversos destinos militares y tuvo la ocasión de enfrentar con éxito a grandes jugadores. Tocaba muy bien la guitarra y en ciertas ocasiones, cuando los avatares de la guerra lo permitían, daba improvisados conciertos para sus "compañeros del ejército de los Andes", como el los llamaba. En España había tomado clases de guitarra con el gran concertista y compositor Fernando Sor.

15) ¿Cómo se consiguieron las armas del ejército de los Andes?

San Martín sabía que no podía esperar que el gobierno central le mandara más cosas. Necesitaba armas y decidió montar una fábrica en el campamento del Plumerillo cerca de la ciudad de Mendoza, al frente de la cual estaba el sacerdote Fray Luis Beltrán que fabricó fusiles, bayonetas, cañones y municiones con la ayuda de los habitantes de Cuyo.

16) ¿Qué problemas debieron enfrentar San Martín y sus hombres durante el cruce de los Andes?

Tuvieron que soportar grandes cambios de clima. La sensación térmica se agudiza con la altura. De día el sol es muy fuerte y se llega a temperaturas de más de 30 grados y durante la noche el viento helado, con mínimas de 10 grados bajo cero, pude llevar al congelamiento. La altura promedio fue de 3000 metros, lo que provocó en muchos hombres fuertes dolores de cabeza, vómitos, fatiga e irritación pulmonar.

17) ¿De qué color era el caballo blanco de San Martín?

San Martín, como el resto de la tropa que cruzó los Andes lo hizo en burro y en mula porque los caballos no resisten las condiciones de la cordillera. Según parece don José nunca usó un caballo blanco, ni siquiera en el combate de San Lorenzo.

18) ¿En qué términos se refería San Martín a sus soldados?

He aquí un ejemplo:

Orden General del 18 de Julio de 1819

"Compañeros del Ejército de los Andes: La guerra se la tenemos que hacer cono podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje." José de San Martín

19) ¿A qué se llamó la "genial desobediencia"?

En Buenos Aires, el director supremo Juan Martín de Pueyrredón, para combatir al caudillo José Gervasio Artigas, favoreció la invasión portuguesa de la Banda Oriental y le pidió a San Martín que se haga cargo con su Ejército de la represión de los orientales. San Martín se negó diciéndole que "el general San Martín jamás desenvainará su espada para derramar sangre de hermanos" y se dispuso a continuar con sus campañas libertadoras.

20) ¿A qué se llamó el "Acta de Rancagua"?

A principios de 1820 tras la batalla de Cepeda, desaparece el poder central representado por el directorio. San Martín era el General en Jefe de un ejército de un estado que ya no existía. El 2 de abril de 1820, los oficiales del Ejército de los Andes firmaron en Rancagua una declaración en la que decían que la autoridad de San Martín no caducaba porque "su origen, que es la salud del pueblo, es inmutable". Gracias a este apoyo San Martín se sintió con el suficiente poder para emprender la campaña del Perú.


Fuente: www.elhistoriador.com.ar