El senador ironizó sobre su condición de “desconocido” en la política. “No me alimento del pasado”, dijo en alusión a su principal adversario.
A Sanz solo le falta unir mas sus deditos y ponerse el bigotito |
El senador radical Ernesto Sanz, quien disputará la preinterna partidaria del 30 de abril con el diputado Ricardo Alfonsín, lanzó ayer su candidatura en el teatro Gran Rex y subrayó que “combatir la inseguridad y llevar la inflación a un dígito” serán los ejes de su propuesta.
Rodeado de jóvenes –como ya habían ensayado Alfonsín y Eduardo Duhalde en sus respectivos actos de lanzamiento– y con el amparo que le daban dos acrílicos transparentes que funcionaban como teleprompter, el candidato inició su discurso burlándose de aquellos que dicen que es un desconocido: “Se repite tanto que no soy conocido que tal vez tenga que presentarme diciendo ‘Buenas tardes. Soy Ernesto Sanz y quiero ser presidente’”. En las bandejas del teatro los militantes cantaban “Se siente, se siente, Sanz presidente”.
El primer tramo del discurso se lo dedicó al partido. “La UCR ha defendido las libertades y la convivencia pacífica entre todos los argentinos. Es de todos, nadie tiene un título de propiedad”. Sin embargo, destacó la necesidad de contar con el apoyo de muchos independientes para ganar las elecciones.“Yo no voy a pedir el voto para el radicalismo –confesó–, voy a pedir el voto incluso a los kirchneristas, para construir una nueva mayoría porque con el radicalismo solamente no llegamos”. Después, aseguró que para ser presidente deberá “ganar la carrera” el 30 de abril: “Si ganamos la interna, vamos a ganar apoyos por todo el país.” Al definir sus diferencias con Alfonsín, el senador hizo una dura referencia a la condición de “hijo de” del otro candidato: “Yo sólo me llamo Sanz, no me alimento del pasado.” En sintonía, llamó a los argentinos a mirar hacia el futuro. “Néstor Kirchner se ha ido. Es bueno recordar y respetar a los que se han ido, pero pedirles que nos señalen el camino del futuro sería pedirles mucho”, dijo.
Rodeado de jóvenes –como ya habían ensayado Alfonsín y Eduardo Duhalde en sus respectivos actos de lanzamiento– y con el amparo que le daban dos acrílicos transparentes que funcionaban como teleprompter, el candidato inició su discurso burlándose de aquellos que dicen que es un desconocido: “Se repite tanto que no soy conocido que tal vez tenga que presentarme diciendo ‘Buenas tardes. Soy Ernesto Sanz y quiero ser presidente’”. En las bandejas del teatro los militantes cantaban “Se siente, se siente, Sanz presidente”.
El primer tramo del discurso se lo dedicó al partido. “La UCR ha defendido las libertades y la convivencia pacífica entre todos los argentinos. Es de todos, nadie tiene un título de propiedad”. Sin embargo, destacó la necesidad de contar con el apoyo de muchos independientes para ganar las elecciones.“Yo no voy a pedir el voto para el radicalismo –confesó–, voy a pedir el voto incluso a los kirchneristas, para construir una nueva mayoría porque con el radicalismo solamente no llegamos”. Después, aseguró que para ser presidente deberá “ganar la carrera” el 30 de abril: “Si ganamos la interna, vamos a ganar apoyos por todo el país.” Al definir sus diferencias con Alfonsín, el senador hizo una dura referencia a la condición de “hijo de” del otro candidato: “Yo sólo me llamo Sanz, no me alimento del pasado.” En sintonía, llamó a los argentinos a mirar hacia el futuro. “Néstor Kirchner se ha ido. Es bueno recordar y respetar a los que se han ido, pero pedirles que nos señalen el camino del futuro sería pedirles mucho”, dijo.
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