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viernes, 22 de octubre de 2010

"La hierba que se fume al otro lado estará manchada con sangre mexicana"

 El jefe de la policía de Tijuana alerta sobre la repercusión al sur de la frontera



La cita es en Tijuana. El motivo, la quema de las 134 toneladas de marihuana -tres tráileres repletos de pacas de 10 kilos- decomisadas el lunes por la policía municipal y el Ejército mexicano. Pero hay más. La inmensa hoguera de perfumado humo negro, visible durante horas desde el otro lado de la frontera, es también un símbolo. Dentro de unos días, el Estado de California votará la despenalización del consumo de marihuana, mientras que a este lado de la raya el tráfico clandestino sigue provocando decenas de muertes diarias. Al teniente coronel Julián Leyzaola, jefe de la policía municipal de Tijuana y un referente de la lucha contra el narcotráfico, la inminente legalización le provoca un rechazo que resume en una frase: "La marihuana que se fume en California estará manchada con sangre mexicana".

 Lobo, perro, tahúr, pony... Cada uno de los paquetes de marihuana -grises, rojos, blancos, amarillos- estaban perfectamente identificados con esas palabras o con dibujos de perros dálmata o de los Simpson. Durante toda una mañana, un batallón del Ejército mexicano se afanó en sacar las pacas de los tráileres, destruir con machetes su recubrimiento de plástico y papel de aluminio, rociarlas finalmente con queroseno... Lo que pretendía ser una demostración de la eficacia de la lucha conjunta contra el narcotráfico lo fue también del gigantesco entramado que respalda el negocio de los carteles. A pesar de los golpes que recibe, nunca faltan pacas de a 10 para abastecer un mercado tan fiel.

Los intelectuales, a favor

Tal vez la razón haya que buscarla en los datos que aporta el último número de la revista mexicana Nexos: "La prohibición es lo que hace que un kilo de marihuana valga en México 80 dólares (57,4 euros) y que ese mismo kilo cueste 2.000 dólares (1.435) en California; que un kilo de cocaína valga en una ciudad fronteriza mexicana 12.500 dólares (8.970 euros), y 26.500 (19.018) en la vecina ciudad estadounidense...". ¿Cómo frenar entonces un negocio tan boyante? La revista que dirige el escritor Héctor Aguilar Camín ofrece también su respuesta. El título de su editorial -Por la legalización de las drogas- no deja lugar a dudas de la postura de buena parte de la intelectualidad mexicana. Por tanto, la despenalización de la droga en California no ha hecho más que avivar una hoguera -otra más- que ya ardía en México desde hace meses. Incluso el presidente Felipe Calderón, cuyo mandato gira en torno a la lucha contra el crimen organizado, se ha mostrado favorable a tal debate, si bien él sigue frontalmente en contra. Sus órdenes a policías y militares son claras: "Luchen juntos contra el narcotráfico".

Tijuana es sin duda el lugar donde ese mensaje mejor ha calado. Hasta donde se ve, la coordinación es total. El teniente coronel Leyzaola sometió a la policía municipal a una depuración a fondo y asumió la lucha contra los malandros. El Ejército y la policía federal solo aparecen cuando él los reclama. El sistema parece estar dando resultados. La señal es una gigantesca columna de perfumado humo negro.


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